Hoy el Barça jugará su sexta final de la Champions. Al igual que hoy, hace 3 años medio País está espectante ante lo que pueda acontecer en Roma. Unos, como yo, a la espera de su derrota y otros, por supuesto, de su victoria.
Esta mañana escuché en la radio al señor Herrera hacer referencias sobre los Madridistas que quieren que gane el Barça y los que no, apelando al gusto futbolístico de los mismos. Bien es cierto que el juego desplegado por el Barça durante toda la temporada es elogiable, y hasta el madridista más tonto es capaz de reconocerlo.
Pero eso, no implica que se pueda decir que el madridista que pretenda la derrota del Barça lo le guste el fútbol, como quiere dar a entender el señor Herrera en su programa matutino. Yo al igual que muchos otros madridistas, tanto los que lo dicen como los que no, por aquello del quedar bien con el prógimo culé, deseo que pierda el Barça. El hecho de que te guste el fútbol, no implica que te tenga que gustar el que mejor juegue, porque hoy puede hacerlo bien, pero mañana no. Si fuera así, hoy todos seríamos del Barça, el año que viene del Madrid, y al siguiente del Valencia.
